ENLACE DE LA NOTICIA
Leído en Sª Cazorla Ideal.es
Confirman la localización del segundo campamento romano tras la batalla de Baécula en Santo Tomé
Estos nuevos hallazgos confirman el
lugar exacto donde se ubicó el campamento que los romanos establecieron
al finalizar la batalla de Baécula.
Así, por el momento, de los cuatro
campamentos encuadrados en la batalla, durante la investigación se han
localizado tres, algo que evidencia las hipótesis sobre las que se
planteó este proyecto de investigación. "Son evidencias, hipótesis
contrastadas, no es una batalla personal sobre si Baécula fue en Santo
Tomé o en Bailén, sino que el proyecto de investigación sostiene la
hipótesis, contrastada por los hallazgos de que fue en Santo Tomé", ha
manifestado Juan Pedro Bellón a IDEAL Sierra de Cazorla.
Bellón ha resaltado la importancia de
estos hallazgos y de esta investigación a nivel Europeo, ya que el
material encontrado pertenece a una batalla que tuvo lugar en el año 208
a. C., durante la Segunda Guerra Púnica, entre el ejército cartaginés,
comandado por Asdrúbal Barca, y el ejército romano, a las órdenes de
Escipión "el Africano" y "es el escenario bélico más antiguo de Europa
conocido arqueológicamente".
Ahora, para seguir ahondando, harán una prospección con georadar y geomagnética en este último campamento romano.
La localización del primer campamento
cartaginés aún es una incógnita, a pesar de que era uno de los objetivos
del proyecto este año en el Cerro de las Albahacas. Juan Pedro Bellón
ha asegurado que creen que estaría situado en la vega de río
Guadalquivir y será allí donde realicen ese primer muestreo, aunque
reconoce que es complejo encontrarlo por la zona de la que hablan.
Además, ha manifestado que van a indagar sobre la localización de la
fosa común de los enterramientos de los soldados caídos en la batalla.
BATALLA
La Batalla de Baécula fue un enfrentamiento armado que tuvo lugar en el año 208 a. C., durante la Segunda Guerra Púnica, entre el ejército cartaginés, comandado por Asdrúbal Barca, y el ejército romano, a las órdenes de Publio Cornelio Escipión "el Africano". La batalla supuso uno de los principales enfrentamientos a gran escala de Escipión "el Africano" contra los cartagineses, después de que hubiese tomado el mando del contingente romano en la Península Ibérica y de haber tomado Cartagena en el año 209 a.C.
La Batalla de Baécula fue un enfrentamiento armado que tuvo lugar en el año 208 a. C., durante la Segunda Guerra Púnica, entre el ejército cartaginés, comandado por Asdrúbal Barca, y el ejército romano, a las órdenes de Publio Cornelio Escipión "el Africano". La batalla supuso uno de los principales enfrentamientos a gran escala de Escipión "el Africano" contra los cartagineses, después de que hubiese tomado el mando del contingente romano en la Península Ibérica y de haber tomado Cartagena en el año 209 a.C.
La batalla, planteada con la intención
consolidar la conquista romana en Hispania y neutralizar los ejércitos
cartagineses, se saldó con una victoria romana, si bien el ejército
cartaginés pudo finalmente escapar hacia el norte. Otra de las
consecuencias fue que el ejército romano pudo tomar una posición vital
para proseguir la conquista del valle del Guadalquivir.
LOCALIZACIÓN
Tradicionalmente el escenario de la batalla se ha ubicado en las cercanías de Bailén, pero recientes hallazgos de investigadores de la Universidad de Jaén terminan por concluir que el escenario de la batalla se sitúa en las cercanías de la población actual de Santo Tomé, a unos 60 kilómetros al este de Cástulo, identificando el oppidum de Turruñuelos con la población de Baécula, que citan las fuentes clásicas ; próximo a este oppidum se encuentra el Cerro de las Albahacas, estratégicamente rodeado en un flanco por un río. Allí, según estos investigadores, habría estado el campamento de Asdrúbal Barca, mientras que a cuatro kilómetros se habría situado el de Escipión. Objetos encontrados relacionados con impedimenta militar de ambos ejércitos atestiguan estas conclusiones. Las campañas de prospección arqueológica realizadas entre 2006 y 2013 por el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica han aportado hallazgos que confirmarían esta posibilidad, como restos de armas y monedas púnicas que datan de la época de la batalla.
Tradicionalmente el escenario de la batalla se ha ubicado en las cercanías de Bailén, pero recientes hallazgos de investigadores de la Universidad de Jaén terminan por concluir que el escenario de la batalla se sitúa en las cercanías de la población actual de Santo Tomé, a unos 60 kilómetros al este de Cástulo, identificando el oppidum de Turruñuelos con la población de Baécula, que citan las fuentes clásicas ; próximo a este oppidum se encuentra el Cerro de las Albahacas, estratégicamente rodeado en un flanco por un río. Allí, según estos investigadores, habría estado el campamento de Asdrúbal Barca, mientras que a cuatro kilómetros se habría situado el de Escipión. Objetos encontrados relacionados con impedimenta militar de ambos ejércitos atestiguan estas conclusiones. Las campañas de prospección arqueológica realizadas entre 2006 y 2013 por el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica han aportado hallazgos que confirmarían esta posibilidad, como restos de armas y monedas púnicas que datan de la época de la batalla.
Entre el 24 y el 26 de noviembre de 2011
se celebró en la Universidad de Jaén un congreso internacional de
título 'La Segunda Guerra Púnica en la Península Ibérica', donde, además
de estudiar el tema propuesto, se presentó el 'Proyecto Baécula'.
20/03/2013Descubierto el campo de batalla de Baécula de hace 2.200 años. Escipión contra Asdrúbal.
El campo de la batalla de Baécula donde se enfrentaron 15.000 hombres al mando de Escipión y Asdrúbal, en el 208 aC, sale a la luz en Jaén, España.
Año
208 aC. Los ejércitos romanos y cartaginés, a las órdenes de Escipión
el africano y Asdrúbal Barca (hermano de Aníbal), están a punto de
entablar batalla. Asdrúbal domina un cerro estratégico en el que se ha
instalado ante la llegada de su enemigo. Las tropas de Escipión, que han
acampado a unos cuatro kilómetros, atacan a los cartagineses: primero
con la infantería ligera y luego con el grueso de su ejército,
desplegando una maniobra de tenaza para rodear al ejército enemigo.
Asdrúbal pierde el combate y huye, llevándose, eso sí, el tesoro y los
elefantes. “Es la batalla de Baécula, una de las importantes de la
Segunda Guerra Púnica, que enfrenta a las dos potencias del momento por
el dominio del Mediterráneo, casi una guerra mundial”, apunta el arqueólogo Arturo Ruiz.
La
historia, los detalles de esta batalla, la cuentan los historiadores
romanos Polibio y Tito Livio. Pero, ¿dónde se libró exactamente? ¿Qué
cerro era ese en el que se defendió Asdrúbal y atacó Escipión? ¿Por
dónde avanzó uno y huyó el otro? Un equipo de arqueólogos de la
Universidad de Jaén afirma haber descubierto el lugar del combate y
encontrado el rastro de las tropas en sus movimientos sobre el terreno.
Los investigadores están leyendo los vestigios directos para entender
qué pasó. Lanzas, puntas de flecha y de jabalina, tachuelas de las
sandalias, proyectiles de los honderos baleares que lucharon en las
filas cartaginesas, broches de los ropajes, espuelas… incluso piquetas
de las tiendas de acampada o los agujeros donde clavaron los de Asdrúbal
la empalizada de protección, han salido a la luz en los últimos años.
En total, estos arqueólogos han recuperado ya más de 6.000 objetos, dos
tercios de ellos asociados al acontecimiento del 208 aC. Los ejércitos
de las dos potencias, afirman, se enfrentaron en el cerro de Las
Albahacas cerca de la actual localidad de Santo Tomé (Jaén), un lugar
estratégico de acceso a la cuenca del Guadalquivir desde Cartago Nova
(Cartagena) que Escipión había conquistado el año anterior. Asdrúbal
estaba a tiro de las minas de cobre y plata de Cástulo. Una región
importante para unos y para otros.
Es
arqueología de una batalla, de un acontecimiento efímero, algo insólito
en la tradición de unas investigaciones que suelen ocuparse de
ciudades, templos, tumbas o infraestructuras que perduran durante
siglos. “Hasta ahora solo se había excavado así una batalla de la
antigüedad, la de Teotoburgo, en Alemania, de romanos contra los
germanos, y es muy posterior, del año 9 aC.”, recalca Juan Pedro Bellón, del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica (Universidad de Jaén). “Hay
alguna batalla excavada con una metodología similar, pero del siglo
XIX, en concreto la de tropas estadounidenses contra indios en Little
Big Horn, y algunos campamentos militares, pero nada más”, añade su
colega Manuel Molinos. Por ejemplo, las batallas de Aníbal en Italia se
sabe que fueron en Tesino, Trebia, Trasimeno y Cannas, pero no en qué
sitio exactamente, dice Bellón, ni hay restos arqueológicos de ellas.
Con
las detalladas descripciones de los historiadores romanos, los
investigadores del Instituto de Jaén se plantearon, hace una década,
encontrar los vestigios de la batalla de Baécula. “El general
cartaginés recorría entonces los parajes de Cástulo, alrededor de la
ciudad de Bécula, no lejos de las minas de plata. Informado de la
proximidad de los romanos cambió de lugar su campamento y se procuró
seguridad por un río que fluía a sus espaldas”, escribió Polibio. Y Tito Livio: “El
ejército de Asdrúbal estaba cerca de la ciudad de Bécula y por la noche
Asdrúbal replegó sus tropas a una altura. Por detrás había un río. La
altura, que tenía una explanada en la parte más alta, por delante y por
los lados ceñía todo su contorno una especie de ribazo abrupto”.
Los
arqueólogos emprendieron una labor casi detectivesca para dar con el
lugar de los hechos, con la ayuda de los textos clásicos y técnicas
topográficas avanzadas, además de la observación directa sobre el
terreno. “Schulten, en 1925, situó la batalla de Baécula al sur de
Bailén, pero lo descartamos, porque la geografía no se ajustaba a las
descripciones de Polibio y Tito Livio”, cuenta Arturo Ruiz,
arqueólogo de la Universidad de Jaén que puso en marcha el proyecto de
Baécula. También se habían propuesto otras localizaciones. Poco a poco,
el equipo fue identificando posibles cerros y haciendo catas
arqueológicas con detectores de metales, hasta que en el cerro de Las
Albahacas empezaron a aparecer restos acordes con un enfrentamiento
entre dos ejércitos. Desde 2006, realizan excavaciones en el lugar y
participan en los estudios una veintena de expertos: topógrafos,
numismáticos, conocedores de armamento antiguo, especialistas en
paleoclima y en análisis químicos.
La
investigación, financiada por el Plan Nacional de Investigación
Científica, es una labor ardua y extensa. El teatro de operaciones se
extiende por 400 hectáreas, aunque las prospecciones más intensas se
centran en 20 hectáreas. Los arqueólogos han hecho decenas de transectos
(líneas de prospección con los detectores de metales) y centenares de
cuadrículas.
En
el 209 aC los romanos han tomado Cartagena y, un año después entran en
la zona del alto Guadalquivir, dominado por los cartagineses. Aníbal ha
estado en ese territorio de importancia estratégica antes de dirigirse a
Italia, recuerda Bellón. Y en la península Ibérica permanecen tres
ejércitos cartagineses: dos de ellos al mando de los hermanos de Aníbal,
Asdrúbal Barca y Magón Barca, y otro al mando de Asdrúbal Giscón. “La
batalla de Baécula abre el control de la Bética a Roma y, en adelante,
Andalucía será su almacén de aceite, trigo y minas de plata y plomo”, explica Ruiz. “Según
una teoría, Escipión entra en Andalucía por Despeñaperros, pero
nosotros sostenemos que lo hace por el valle del río Guadiana Menor”,
apunta Bellón. Quiere evitar que Asdrúbal llegue a Italia para apoyar a
su hermano Aníbal y, a la vez, evitar que se unan los otros dos
ejércitos cartagineses.
La historia solo contaba con las fuentes de una de las partes en conflicto, explica Ruiz. “Y
los romanos ensalzan a Escipión como gran estratega que planifica el
movimiento envolvente de su ejército, que afronta la dificultad y dureza
de la batalla de Baécula y que, al final, derrota a Asdrúbal”,
comenta Bellón. Pero ahora los arqueólogos intentan leer directamente
las pruebas para averiguar qué paso. Apenas aparecen en el cerro armas
cortas, lo que indica que el enfrentamiento cuerpo a cuerpo fue
limitado. Sin embargo, añade Bellón, hay muchas armas arrojadizas, como
lanzas, flechas, proyectiles de los honderos baleáricos y dardos.
En el cerro de Las Albahacas han encontrado armas, broches, piquetas…
“Asdrúbal elige el cerro sabiendo que es un punto defensivo estratégico para defenderse y para preparar la huida”, continúa Bellón. “Los
romanos establecen su campamento a unos cuatro kilómetros e,
inmediatamente, fuerzan la batalla atacando a los cartagineses. Tienen
desventaja teórica sobre el terreno ya que atacan cuesta arriba, pero
tienen ventaja numérica”.
No está claro cuántos hombres participaron en la batalla. Tito Livio
habla de 70.000 (40.000 romanos y 30.000 cartagineses). Puede ser
exagerado. Los arqueólogos de Jaén lo dejan en unos 15.000en total.
“Ni
Polibio ni Tito Livio son contemporáneos de los hechos, y escriben
basándose en la abundante documentación romana, aunque el primero, que
nació en 200 aC, se considera una fuente más fidedigna porque escucharía
datos de primera mano. De los cartagineses no hay testimonios porque la
ciudad de Cartago fue arrasada al final de la Tercera Guerra Púnica,
cuando los romanos finalmente se hicieron con el poder absoluto del
Mediterráneo”, apunta Molinos.
Después
de Baécula, Escipión permanece poco tiempo en el campamento del cerro
que ha tomado al enemigo. Asdrúbal huye y llega a Italia, en el 207 aC.
Una vez allí, envía dos emisarios a Aníbal, pero los romanos los
interceptan y atacan: Asdrúbal muere en la batalla de Metauro.
El rastro de las tachuelas de sandalia
Las
sandalias de los romanos, que no de los cartagineses, llevaban unos
remaches de hierro en la suela de cuero, para proteger el material
frente al deterioro del uso y para mejorar el agarre. Las tachuelas se
desprendían. O el calzado quedaba abandonado por alguna causa. Entonces
esas piezas, denominadas clavi caligarii, de un centímetro de diámetro
aproximadamente y dos o tres milímetros de alto, con una punta curvada
para sujetarlas al cuero, quedan sembradas por el campo. Para los
expoliadores carecen de valor, así que permanecen en el lugar durante
siglos, hasta convertirse en un tesoro para los arqueólogos.
“Hemos
encontrado cientos de tachuelas en Baécula y, gracias a ellas hemos
podido localizar no solo el campamento romano, su punto de partida, sino
también el camino de unos cuatro kilómetros que recorrió el ejército de
Escipión para atacar al enemigo en el cerro, así como la zona donde se
desplegó y la batalla”, explica el arqueólogo Juan Pedro Bellón. Es
una forma de arqueología dinámica importante, e incluso se han hecho
estudios para estimar cuántas tachuelas perdería un soldado romano
caminando, añade Bellón.
Las
tachuelas salen ahora a la luz con los detectores de metales (apoyados
con GPS para una localización exacta de cada pieza), y los arqueólogos
de Baécula han analizado los resultados del barrido del territorio con
ellos identificando las zonas de mayor densidad de tachuelas
(campamentos y batalla) y piezas más dispersas en el camino. Cuando los
investigadores han comparado la ruta que marca el rastro de las
tachuelas con el mejor camino trazado sobre la topografía de la zona han
visto que los romanos acertaron.
¿Y
de los movimientos de los cartagineses? Puede haber un rastro de sus
monedas, sus armas… El plan de investigación ahora es seguir a las
tropas de Asdrúbal en la retirada y profundizar el conocimiento del
campo de batalla.
Enlace de la plublicación. http://www.canasanta.com/2013/03/19/l-descubierto-el-campo-de-batalla-de-baecula-de-hace-2-200-anos-escipion-contra-asdrubal/
Enlace de la plublicación. http://www.canasanta.com/2013/03/19/l-descubierto-el-campo-de-batalla-de-baecula-de-hace-2-200-anos-escipion-contra-asdrubal/
Vídeo. Recreación de la batalla de Baecula
Noticia aparecida hoy dia 16 de Mayo 2011, en el diario de Jaen